viernes, 6 de abril de 2012

"Destruir al otro también es un modo de destruirse a sí mismo" - Nota en Diario La Capital, Rosario - Parte I


   "Existe algún inidicio que pueda anticipar el asesinato de un hijo cometido por su padre? qué características tienen los lazos familiares en estos casos? podría haberse evitado? La ley establece como homicidios calificados por el vínculo aquel que matare a su ascendente, descendiente o cónyuge sabiendo que los son. Desde la jurisprudencia estos episodios cuentan con un curpus legal voluminoso, sin embargo, desde el psicoanálisis faltan interpretaciones teóricas que aporten miradas desde la subjetividad de cada homicida. "Destruir al otro tambien es un modo de destruirse a sí mismo, y nadie sale indenme de una situación de ese tipo", afirma la psicoanalista Paula Aramburu, especialista en Psicología Forense e integrante junto a Gabriel Azula, psiquiatra; Cristina Gentile, Miguel Angel Gómez y María Laura Peretti, psicólogos; y Froilán Ravena, abogado penalista, de un grupo de profesionales dispuestos a investigar la dinámica de los mecanismos psíquicos implicados en los homicidios agravados por el vínculo en la ciudad de Rosario y alrededores.
   Para ello diseñaron un proyecto de investigación ("Homicidios agravados por el vínculo: cuando lo familiar deviene siniestro") avalado por la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Rosario, que dirigido por el psicoanalista Dr. Carlos Kuri y codirigido por el psiquiatra y psicoanalista Pablo Zöpke, "busca analizar un tema que permanece como un enigma en nuestra práctica, y que genera tantas preguntas e inquietudes como controversias", agrega Aramburu.
   La investigación no busca cuantificar la recurrencia de episodios de esta naturaleza sino realizar un estudio cualitativo de cada caso (cinco en total) y en base a las entrevistas con las personas que directamente atentaron contra algún familiar, analizar qué aspectos son comunes y merecen ser considerados por los profesionales de la salud mental y la ley. "Si bien no podemos hacer generalizaciones y cada caso es único, trataremos de buscar los patrones familiares y los valores que llevan a que alguien mate a un miembro de su grupo familiar", aclara Miguel Angel Gómez.
   "Las conclusiones pueden ayudar a los jueces y operadores del sistema a interpretar la particularidad que se pone en juego en ese momento. No existen estudios profundos que sirvan de fundamento para quienes tienen que resolver o dictar una sentencia, y es precaria la información que hay sobre este tipo de delito", confirma el abogado penalista froilán Ravena.
   "La idea es producir conocimientos desde el psicoanálisis -confirman Aramburu y Gómez- para pensar las cosas desde los componentes psíquicos que intervienen en episodios de esta naturaleza, el proceso identificatorio y todo lo relacionado con la constitución psíquica del sujeto cuya vida puede llegar a estas circunstancias".
   Para llevar adelante la investigación los profesonales entrevistarán a las personas que han estado involucradas directamente con los homicidios que ya cuenten con sentencia firme, analizarán los expedientes y las primeras declaraciones de los implicados, además de consultar a jueces, fiscales y defensores intervinientes. Una de las hipótesis de la investigación apunta a que generalmente existen conductas que podrían preanunciar la gravedad de lo ocurrido luego. (...)
   "Es un campo que si bien está investigado jurídicamente, no existe un trabajo sobre la psicología de esa persona y cuáles fueron los motivos que lo impulsaron. La ausencia de psicólogos en el Cuerpo Médico Forense de los Tribunales Provinciales hace que no se indague profundamente en la historia subejtiva del homicida", remarca Ravena.
   Uno de los objetivos de la investigación es poder "leer" con anterioridad al acto homicida si hubo signos anticipatorios, y por otro lado, si hubo un pedido de ayuda o una denuncia, qué hizo el Estado frente a esto, con la intención de realizar un trabajo preventivo. "El Estado posee mecanismos para intervenir si se sospecha de alguna situación de violencia entre los miembros de una familia, y a partir de eso se puede evitar una tragedia", puntualiza Paula Aramburu, quien integra las Juntas Especiales de Salud Mental del Ministerio de Salud de Santa Fe.
   "Nos interesa repensar qué concepto de familia subyace en la sociedad en general y en los casos que vamos a analizar; cuál es la dinámica del amor-odio que preceden estos crímenes; qué estatuto tienen conceptos como traición, engaño, humillación, venganza y muerte para los sujetos que matan a un miembro de su familia; qué consecuencias psíquicas tiene para él haber cometido un crimen y cómo se imagina después de cumplir la condena, porque una cosa son las sanciones desde el punto de vista legal y otras son las sanciones subjetivas", agrega Gómez.
   No hay dos psiquis iguales, pero sí algunos comportamientos se parecen, afirman los psicoanalistas. "Sea cual fuere el estado psíquico de la persona que comete un homicidio, no hay retorno. Esto no se borra con nada; hay un antes y un después para ese sujeto y para el grupo familiar", grafican. "Tenemos que pensar que alguien que ha matado a un miembro de su familia ya tiene bastante, y va a tener que vivir con ello el resto de su vida, aunque es probable que si toma conciencia de lo que hizo, no pueda seguir viviendo".       

Entrevista realizada por la Lic. Silvia Lo Presti para el Diario La Capital, Sección Salud/ Salud Mental/ Homicidios intrafamiliares - Rosario, 05 de abril de 2012.  

  

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